Artículos y Opinión
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La historia del caballo Hans
A comienzos del siglo pasado, es decir 1900. Un caballo revoluciono en mundo científico, esta increíble especie que ya hace décadas nos sorprendo con nuevos hallazgos sobre su inteligencia y características físicas, nos entregó un singular individuo de nombre Hans, la particularidad de este equino, fue que podía contar, contaba de forma precisa, cada vez los estudiosos y periodistas le daban problemas matemáticos con mayor complejidad como; restas y multiplicaciones, aun así las resolvía, el vivaz animal las respondía todas.
¿Crees tú que este animal de verdad podía contar?
Bueno, los médicos veterinarios y científicos de aquella época, intentaron descartar toda posible forma de engaño; se pensó que el propietario del animal le daba alguna seña, lo cual después fue descartado, ya que se realizaron pruebas sin él, luego se pensó que el animal se condiciono a dar algunos números, con pruebas de problemas matemáticos distintos se descartó aquella hipótesis.
¿Con los conocimientos de hoy en día, qué respuesta darías a aquella hazaña del caballo?
Tomate unos minutos para pensar.
Bueno, la respuesta nació desde la etología de entender a estos increíbles animales, se comunican con expresiones faciales entre ellos, por ello a este caballo no se le complico entendernos desde nuestra comunicación no verbal, es decir corporal. Por ello, cada vez que el caballo golpeado el piso y se acercaba al número correcto, los espectadores y/o científicos generaban rasgos de ansiedad en sus rostros y cuerpo, lo que el caballo podía leer y con ello dar con el número que los espectadores querían ver.
Que nos deja esta historia, para responder incógnita debemos ampliar nuestros conocimientos, como médicos debemos incorporar no solo anatomía y fisiología, también etología, ecología y varias disciplinas para poder llegar a una explicación y resolver el problema.
Le dejo el link para ver la historia.
Dr. Oscar Astroza.
Médico Veterinario UDLA, Máster en Administración de Empresas (MBA).
Una oportunidad para especializarse.
Una de las cosas que siempre me ha llamado la atención dentro de nuestra profesión es que, sin lugar a dudas, ser médico veterinario no es sólo ser un médico que medique, es ser un profesional con la capacidad de comprender cómo funciona el ambiente con todas sus interacciones, para poder generar las estrategias que permitan proteger la salud de nuestra especie y la del medio ambiente, y así poder aportar en el desarrollo y la protección de la salud en nuestro planeta.
Aplicando esas cualidades profesionales, hoy en Chile nacen nuevas oportunidades para especializarnos y seguir aportando al desarrollo del país y la salud. Entre esas oportunidades está la “prestación de servicios de control de plagas urbanas”, un servicio que, durante la última década, se intenta regular y profesionalizar permanentemente por nuestras autoridades, con el fin de generar un control más seguro para la salud de las personas y el medio ambiente , a través de modificaciones legales como reglamentos, decretos supremos y fiscalizaciones.
Una oportunidad que se abre con el Decreto Supremo N° 594, que exige en su artículo N° 3 que todas las empresas mantengan los lugares de trabajo con las condiciones sanitarias y ambientales necesarias para proteger la vida y la salud de los trabajadores, sean dependientes o de terceros, y con el Decreto de Ley N° 725, titulado “Código Sanitario”, que en su Artículo N° 77, letra f) indica explícitamente la protección que debe aplicar cada local público y privado en la protección contra insectos, roedores y otros organismos capaces de transmitir enfermedades al hombre. Estas son señales claras de oportunidades, que a través de estas exigencias se abren para nuestro gremio, y las cuales son ineludibles para cada empresa o institución que esté relacionada con las actividades reguladas por estos decretos y reglamentos.
Todas estas exigencias deben ser efectuadas por profesionales, denominados “Representante Técnico”, que deben poseer un título que otorgue conocimiento en la materia además de cumplir con las exigencias de capacitación indicadas en el Artículo N° 97 del Decreto Supremo N° 157. Con ese decreto el Ministerio de Salud ha establecido las exigencias mínimas para el buen funcionamiento de una empresas de control de plagas, como también las que debe poseer un representante técnico, para entregar las garantías de seguridad para los trabajadores de la empresa, el medio ambiente y la población en general.
Según los datos de la Seremi de Salud Metropolitana, en su listado de empresas de control de plagas vigentes hasta el año 2015, solamente el 28,2% de los representantes técnicos eran Médicos Veterinarios.
Es un número bajo aun, para un rubro que cada vez crece y se profesionaliza a pasos agigantados, y en el cual se hace cada vez más visible la necesidad de la entrada de nuevos profesionales con un enfoque holístico hacia el cuidado de la salud de las personas y el medio ambiente, garantizando no solo profesionalismo y dedicación, sino también entregando un aporte en innovación e investigación para el desarrollo y la fomentación de la salud humana y ambiental.